Al procesar subproductos animales, la Industria de Rendimiento obtiene dos productos básicos, Harina y grasa animal, pero al buscar generar mayor valor a la sociedad, la innovación ha originado que de estos productos se obtengan materias primas para muy diferentes industrias.
Históricamente se han utilizado grasas animales en la fabricación de jabones, donde en presencia de lejía el sebo derretido se convierte en un excelente agente limpiador. La industria mundial del jabón y la del Rendimiento crecieron conjuntamente, porque los jaboneros utilizaban como principal ingrediente el sebo. Otra aplicación con importancia histórica, es la utilización de sebo en la fabricación de veladoras, que inicialmente se fabricaron con sebo de res, hasta que se incorporó en su elaboración el esperma de ballena, que no es más que grasa de la cabeza del cachalote.
Cuando se procesan subproductos de calidad, con procedimientos estables, es posible transformar las grasas en sebos para usos alimenticios, obteniéndose grasas para freír y grasas para panadería, ampliamente reconocidos pos su calidad y sabor. Las grasas comestibles son una parte esencial de una dieta saludable y los seres humanos la han comido durante milenios. Proporcionan al cuerpo vitamina A, D, E y K ácido oleico, además de utilizarse como catalizador en la absorción nutrientes
Otras aplicaciones de estos productos se dan en la Industria Química, donde la grasa rendida es la materia prima para una gama de productos para el hogar tales como cosméticos, lubricantes y productos de limpieza, además de plásticos, tintas para imprimir y explosivos, y productos para el consumidor tales como cosméticos, crema de afeitar, desodorantes, perfumes, ceras para lustrar, limpiadores, pinturas, y compuestos para calafateo.
Un destino importante de las harinas y grasas animales es la Industria de los alimentos balanceados, que busca optimizar la nutrición de los animales domésticos, por lo que ha desarrollado procedimientos para utilizar proteínas, grasas y otros nutrientes reciclados en aves, cerdos y ganado, además cada día se extiende la utilización de estos en Acuacultura y en la alimentación de otros animales domésticos. Otro destino de las harinas, ha sido la formulación de fertilizantes, dado su alto contenido de nitrógeno y su fácil incorporación a la materia orgánica del suelo.
La utilización de subproductos animales tiene una lógica económica y ecológica muy importante, permite optimizar costos al mismo tiempo que disminuye el impacto ambiental de las actividades humanas. Por eso se ha mencionado que la Industria de Rendimiento debe considerarse como los recicladores originales (original recyclers)